CAMINO A LA ESCUELA
Juan iba en el asiento del
copiloto, exhausto adormilado en el sopor del placer, apenas mirando esos
firmes senos que había chupado y mordido al beber su néctar y que emergían del
escote de una blusa de Alba. La intensa cogida con Alba lo había llevado más
allá de lo imaginable en su juvenil mente. Esa Hembra era deliciosa como
impresionante. Le había colmado sus expectativas y sabía que jamás la olvidaría
en su vida
Alba iba
manejando y de soslayo le veía divertida como el chico había quedado. Sin
embargo su mente sexosa no dejaba de verle la entrepierna donde sabía reposaba
esa gruesa verga que había desflorado en menos de un día. No pudo evitar
relamerse los labios al recordar como desfloro esa verga con su boca y un
inquieto pensamiento le recorría la mente por mamarla otra vez. Sabía además
que los chicos de esa edad se recuperan rápido de una corrida.
Así de
pronto como haciendo los cambios puso su mano en la pelvis del chico
apretándole el sexo suavemente. Juan saltó sorprendido por la caricia y sentir
su verga estremecerse. Miró a Alba como preguntándose qué pasaba y ella le
sonrió sin quitarle su mano sobre la entrepierna sintiendo como se iba poniendo
dura esa rica joven verga.
-Usted es
insaciable, seño- le dijo entre asustado y excitado el chico.
-Para el
Sexo no hay saciedad, nene! Además creo que allá abajo piensa igual que yo-
replicó Alba acariciando más firme como suavemente el bulto que se marcaba en
esos pantalones.
-Ves? Ya
está pidiendo un besito- le dijo ella al ver las gotas emerger por el glande y
en un alto de una intersección sin trafico se agachó y posó sus labios en el
glande dándole un beso y chupando esa primera gota que brotó. UUAAAHHGG!!!
Exhaló de placer infinito Juancito al sentir esos suaves labios en la cabeza de
su verga.
Pero ahí
no paró Alba, siguiendo con la ruta apretó fuerte la verga del chico y empezó a
frotarla con vigor haciéndolo exhalar intensos jadeos a Juancito, sintiendo
como su verga se iba poniendo más dura y grande. ESO!! ASI!! CRECE!!- le decía
mirando como entre sus dedos esa juvenil verga iba ganando tamaño y grosor con
la paja que iba dando, confirmándole que los chicos se recuperaban más rapido
que los hombres.
En la
siguiente salida de la carretera a la ciudad, Alba se detuvo. No podía
contenerse más se veía deliciosa esa juvenil verga. Se agachó de nuevo y
posando sus labios en el glande se lo metió a su boca apretando sus labios en
él sintiéndolo vibrar mientras oía los agitados jadeos guturales del chico por
esa caricia, para en un lento retiro de sus labios saborear sus jugos como
vigor en la hinchada cabeza y verga.
-Deliciosos!!-
murmuró Alba
Y sin
pausa abriendo su boquita, Alba le dio sendas lamidas a la corona como al
glande mismo haciendo arquearse y bramar de placer al muchacho, para poner la
cabeza en su lengua y poco a poco atraparla en su labios dándole lamidas con su
lengua dentro de su boca, pensando en hacerle venir abundante leche que ella
deseaba y lentamente bajándole los pantalones y acariciándole las bolas, se
metió hasta la raíz esa gruesa verga juvenil de 16 cms en medio de profundos
jadeos entrecortados del chico que se sentía a punto de explotar.
De ahí en
más Alba empezó a subir y a bajar su cabeza tragándose la verga erecta de Juan
en busca de su leche, pajeándole la tranca cada vez que subía y bajaba cada vez
con más rapidez, con sus labios aferrada a ella, entre los gemidos y jadeos
guturales del jovencito que se veía perdido ante esa boca, manos y lengua en su
verga, empujando sus caderas impulsivamente a la voluntad de aquella mujer.
De pronto la miró y ella a él,
alba mirándole como ordenandole que se corra en su boca con la mirada perversa
con sus labios en su glande y esos dedos aferrados a su verga frotándosela. Y
sin más bramó de placer: AAAARRGGG!! Corriéndose con sendos chorros que ella
con la mirada fija se iba tragando sin dejar de pajearle la tranca pues sentía
que la estaba alimentando y así ella se lo demandaba hasta ver como el chico
luego haber arqueado en cada eyaculación caía exhausto en un relajado placer.
Alba al
sentir como perdía vigor la verga luego de la corrida, se salió diciendo entre
chorrillos de leche cayendo de su boca: DELICIOSA! Saboreando y asimilando las
hormonas de aquella leche juvenil, sintiendo como sus musculos marcados
vibraban. Me encanta la leche de los chicos. Esta llena de hormonas- se dijo
recordando que era su desayuno con Carl, sacarle y tomarse su leche cada
mañana.
Sentándose
de nuevo en su asiento y lamiendo restos de la leche de sus dedos sentenció:
Rico Desayuno! Gracias nene. Y encaminó a la escuela a dejar a su adormilado,
relajado y ebrio de placer joven pasajero.
Ese día
Juan apenas si prestó atención en clase, su cuerpo, mente y verga aun se
deleitaban con la boca, cuerpo y vagina jugosa de Alba. Carl su amigo así lo
sospechaba pq había días en que también quedaba así y no e comentó nada.